Las escoliosis idiopáticas progresivas de inicio precoz deben ser tratadas sin demora, tan pronto como son diagnosticadas. Los yesos de columna vertebral aplicados bajo anestesia general es el método de elección en niños con edades inferiores a los 5 años de edad.
Yesos de columna vertebral aplicados bajo sedación. Tratamiento de elección en niños menores de 5 años de edad con escoliosis de inicio precoz de tipo progresivo. Los escayolados se deben cambiar cada 3 meses
La pregunta que se plantea habitualmente, ¿porqué yesos y no corsés?, la respuesta es que ningún corsé puede conseguir una corrección superior a la obtenida mediante la aplicación de un yeso bajo sedación; durante los 3 meses que habitualmente se mantiene el yeso, la columna crece ininterrumpidamente en posición de corrección; los niños de corta edad se adaptan muy bien al yeso y en cambio no aceptar de buen grado la colocación diaria de un corsé. Los corsés ortopédicos, especialmente los nocturnos (tipo Providence) pueden indicarse en los periodos que transcurren entre yeso y yeso, para mantener la corrección conseguida.
El tratamiento ortopédico de las
escoliosis idiopáticas de inicio tardío ha sido aplicado durante los últimos 50 años y para que sea efectivo dependerá fundamentalmente de tres factores : del grado de curva, del grado de madurez esquelética y del ápex de la curva. Las curvas inferiores a 20° grados solo requieren observación clínica y radiológica cada 12 meses; las curvas entre 25° y 40° grados requieren tratamiento ortopédico con corsés;
Las curvas superiores a los 45º grados no responden al tratamiento ortopédico. Los corsés solo deben aplicarse en pacientes inmaduros con
signo de Risser 0, I, II y en el caso de pacientes femeninas, antes de la menarquia (regla) o como máximo durante el año siguiente a la menarquia. El signo de
Risser, osificación de la cresta iliaca (pelvis), es un parámetro radiográfico que traduce el grado de madurez ósea de la columna vertebral. Cuando aún no ha aparecido se clasifica como
Risser 0, cuando su recorrido alcanza el 25% de la longitud total de la cresta iliaca se clasifica como
Risser I; cuando llega al 50% se clasifica como
Risser II; cuando alcanza el 75% corresponde a un
Risser III y cuando abarca el 100% de la cresta iliaca, se clasifica como
Risser IV (final del crecimiento vertebral)
Radiografía de pelvis, el recorrido de la osificación de la cresta iliaca es de un 25%, que corresponde a un signo de Risser, grado I. Estamos ante un paciente inmaduro, con gran potencial de crecimiento. El tratamiento ortopédico con corsés está indicado cuando el signo de Risser es 0, I y II.
Como tercer factor, el ápex vertebral tiene una especial relevancia en la efectividad del corsé. Se considera
vértebra ápex aquella ubicada en la mitad de la curva principal y que presenta la máxima rotación vertebral. Cuando la vértebra ápex se localiza a nivel de séptima vertebral dorsal (T.7) o en un nivel superior, el tratamiento ortopédico es totalmente ineficaz ya que los corsés no pueden actuar mecánicamente sobre estas curvas torácicas altas (las curvas torácicas altas no responden al tratamiento ortopédico). Los corsés no suelen corrigen las escoliosis idiopáticas de inicio tardío pero sí que pueden evitar o retrasar su progresión. Se considera un éxito del tratamiento ortopédico cuando una curva progresiva no requiere tratamiento quirúrgico al final del crecimiento.
En la actualidad, los corsés más utilizados son de aplicación
diurna, tipo Boston o de aplicación
nocturna, tipo Providence.
Corsé de aplicación nocturna tipo Providence.
Los corsés de aplicación diurna son ortesis de contacto corporal total, desde las axilas hasta la pelvis, actúan mediante fuerzas correctoras de presión lateral aplicadas sobre la convexidad de las curvas y de liberación (descompresión) de las zonas de la concavidad de la curva; se han de llevar a tiempo parcial, durante un máximo de 18 horas al día. Los corsés de aplicación nocturna actúan mediante fuerzas de desrotación vertebral y de hecho en las radiografías practicadas con el corsé colocado y realizada en decúbito supino, la rotación vertebral mejora significativamente (pedículos vertebrales simétricos) .
Radiografía practicada en decúbito supino con corsé.
Los resultados obtenidos con ambos tipos de corsés (diurnos y nocturnos), son muy similares. Alrededor de un 30% de las escoliosis tratadas ortopédicamente progresan significativamente. La rehabilitación aislada como única medida terapéutica no cambia la evolución de las curvas y la sección del filum terminale solo está indicado en algunos pacientes con médula anclada pero nunca en las escoliosis idiopáticas. La práctica deportiva no está contraindicada y si bien no va a cambiar la evolución de las curvas, su práctica siempre es recomendable. Las
escoliosis neuromusculares no responden al tratamiento ortopédico con corsés y su aplicación únicamente está justificado en pacientes con curvas flácidas para conseguir una sedestación más confortable. Igualmente, las
escoliosis sindrómicas no suelen responder al tratamiento ortopédico.