Según el informe de morbilidad de la sociedad americana de columna vertebral, “Scoliosis Research Society”, tres son la complicaciones más frecuente que pueden surgir en la cirugía de la escoliosis;  las infecciones postoperatorias (1%), la falta de fusión vertebral (pseudoartrosis) (1%) y las complicaciones neurológicas (0.8%). Las infecciones postoperatorias, pueden ser superficiales, con muy buen pronóstico o profundas consideradas como una complicación mayor.  Ante cualquier sospecha de infección se ha de actuar con rapidez siendo fundamental reconocer el germen causante y su sensibilidad antibiótica. El tratamiento antibiótico por vía intravenosa e incluso el desbridamiento quirúrgico (sin retirar la instrumentación) suele ser necesario.  La falta de fusión vertebral, complicación tardía que puede aparecer durante los dos primeros años después de la intervención, cursa con clínica de  dolor y ruptura de la instrumentación

 

28 A    28 B

Escoliosis neuromuscular, fusión posterior instrumentada hasta la pelvis (tronillos iliacos). Dos años después acude a consultas externas con un bulto (bursitis), ligeramente doloroso a nivel del anclaje derecho de la pelvis. En la radiografía de pelvis se ha colocado un clip justo a nivel del bulto y  se visualiza una ruptura de la barra con  migración del extremo distal de la barra.

Generalmente las pseudartrosis  requieren tratamiento quirúrgico,  cambio de barras y colocación de injerto óseo en la zona de falta de consolidación (pseudartrosis)

28 C
Durante la cirugía de revisión quirúrgica se encontró en el lado derecho una línea de fractura con un mínimo   movimiento a nivel de la unión lumbosacra  justo donde se había roto la barra. En el lado izquierdo la fusión ósea era muy sólida. Se extrajo el extremo distal de la barra y se colocó injerto óseo a nivel de la línea de fractura (pseudartrosis). La fusión ósea era suficientemente sólida para mantener la oblicuidad pélvica postoperatoria pero insuficiente (micro movimientos) para mantener la integridad de la barra (fatiga del material).

Las complicaciones neurológicas, aunque son muy poco frecuentes en las escoliosis idiopáticas (0.8%), nunca deben ser minimizadas. Durante la intervención es mandatorio la monitorización neurofisiológica de la actividad medular mediante el registro de potenciales evocados motores;  un estímulo craneal  que recorre la médula es registrado en los miembros inferiores. Cualquier caída brusca o desaparición  del potencial evocado motor traducirá un riesgo de complicación neurológica.